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¿Cómo actúa el Yoga facial?
Todo el día realizamos muecas, gestos o expresiones que juegan un papel determinante en la formación de arrugas y líneas de expresión. Por lo tanto, la relajación de los músculos a través de las técnicas del Yoga facial, en los lugares donde acumulamos las tensiones, como la mandíbula, el entrecejo, el área de los ojos y la frente, permite evitar que las arrugas se manifiesten antes de tiempo.
Los músculos de la cara se comportan igual a los del resto del cuerpo, lo que quiere decir que si no se ejercitan, se vuelven flácidos y débiles. El Yoga facial ejercita y estira los músculos, al tiempo que promueve la circulación sanguínea y la nutrición de la piel con todos los nutrientes que requiere para mantener la juventud y la salud.
De múltiples beneficios, para esta práctica lo único que necesitas son tus manos y una técnica correcta al ejercitar tu rostro.
El Yoga Facial es un tipo de práctica que combina ejercicios, estiramientos, puntos de acupresión y de relajación del rostro consiguiendo aumentar el flujo sanguíneo y, por tanto, mejorar la producción de colágeno y elastina, que aporta flexibilidad y elasticidad a la piel. Pero el Yoga facial es en realidad una práctica que hacemos por y para nosotros, es un tiempo de mimo y de cuidado personal que nos permite ralentizar nuestro ritmo ajetreado y hacer una pausa para mirarnos literalmente y observar cómo el rostro nos habla sobre nuestras actitudes, preocupaciones y creencias.
La formación de arrugas
Todo el día realizamos muecas, gestos o expresiones que juegan un papel determinante en la formación de arrugas y líneas de expresión. Por lo tanto, la relajación de los músculos a través de las técnicas del Yoga facial, en los lugares donde acumulamos las tensiones, como la mandíbula, el entrecejo, el área de los ojos y la frente, permite evitar que las arrugas se manifiesten antes de tiempo.
Los músculos de la cara se comportan igual a los del resto del cuerpo, lo que quiere decir que si no se ejercitan, se vuelven flácidos y débiles. El Yoga facial ejercita y estira los músculos, al tiempo que promueve la circulación sanguínea y la nutrición de la piel con todos los nutrientes que requiere para mantener la juventud y la salud.
¿Con cuánta regularidad se deben practicar estos ejercicios?
Es fundamental hacer Yoga Facial varias veces a la semana, o preferiblemente de forma diaria. Es una práctica de resultados progresivos y acumulativos, así que la constancia es esencial. Lo importante no es tanto el tiempo sino la regularidad: es mejor dedicar 5 minutos diarios que no una hora solo una vez al mes. También podemos valernos de gadgets faciales como la Guasha o el Face Roller para optimizar los efectos de esta práctica.
Dediquemos un tiempo para respirar y ejercitar nuestro rostro cada día. Si te tomas una foto antes y después del Yoga facial notarás los cambios seguramente tras la primera práctica.
De múltiples beneficios, para esta práctica lo único que necesitas son tus manos y una técnica correcta al ejercitar tu rostro.
Beneficios de realizar Yoga facial
Reeduca a los músculos faciales
Favorece la circulación sanguínea y el flujo linfático
Elimina finas líneas de expresión
Estimula la producción de colágeno y elastina
Alisa las arrugas más profundas
Ayuda a eliminar toxinas
Hidrata la piel seca y equilibra la piel grasa
Tonifica, aporta brillo, reduce la hinchazón y las ojeras
Soluciona problemas de la piel
Mejora la salud en general, el aspecto de la piel y el tono muscular
